¿Por qué me dan ganas de vomitar al hacer ejercicio y cómo puedo evitarlo?


Te ha pasado que cuando estás haciendo ejercicio, ya sea en el gimnasio, en un parque, en tu casa, en el Box de Crossfit o en un centro deportivo, sientes nauseas, ganas de vomitar, dolores de cabeza y mareos.

Conoce aquí por qué sientes todas esas molestias y lo que podrías hacer para evitarlas, sobre todo las causas que tienen que ver con las ganas de vomitar durante la práctica ejercicio o de algún deporte.

Cabe resaltar que usualmente estas molestias se presentan cuando haces ejercicio de alta intensidad con o sin pesas, o durante la práctica de un deporte exigente a nivel físico.




Las principales causas que te provocan ganas de vomitar mientras haces ejercicio


1. Comiste muy encima al inicio de tu sesión de entrenamiento:
    Si en tu sistema digestivo aun hay muchos alimentos que necesitan ser digeridos y empiezas a hacer ejercicio, sobre todo si la intensidad del mismo es alta, tu cuerpo dejará de enviar sangre a los órganos digestivos para desviarla hacia tus músculos.

    Aquí actúa tu sistema nervioso simpático. No tienes sangre suficiente como para realizar dos cosas al mismo tiempo: entrenar duro y digerir muchos alimentos.

    Por esta razón es que tu cuerpo siente la necesidad de "devolver" lo que has comido, mientras haces ejercicio, porque simplemente no puede acarrear con la digestión si no tiene sangre para que los órganos encargados de ésto puedan funcionar bien.




2. Te excediste en el tiempo y la intensidad de tu entrenamiento:
    Suele suceder principalmente en aquellas personas que entrenan a una intensidad muy alta y usualmente por un tiempo prologando.

    Se nota más en el Crossfit en donde es muy famoso el payaso Pukie en donde se quiere dar a entender que si no vomitas es porque No estás entrenando a tu máximo nivel.

    Las ganas de vomitar en este caso se presentan principalmente porque se producen muchos desechos metabólicos causados por el metabolismo energético de carbohidratos, grasas y proteínas.

    Se produce porque en sí no tienes tiempo para que tu cuerpo pueda reciclar lactato o para que pueda deshacerse de productos de desecho y porque además pierdes mucha agua, vitaminas y minerales, lo cual genera un desorden homeostático en tu organismo.





3. Estás comiendo o tomando cosas "pesadas" durante tu entrenamiento:
    Hay personas a quienes he visto comer banano y agua durante los descanso entre series de ejercicios.

    Otras de hecho optan por tomar un batido de proteínas por sorbos en cada oportunidad de descanso durante una rutina de alta intensidad.

    Otros optan por comer maní, turrones de ajonjolí, dulce de guayaba entre otros snacks dulces durante su sesión de entrenamiento.

    El problema con todo esto es que sucede lo relacionado a la posible falta de sangre para digerir este tipo de bebidas y alimentos, que aunque sean pequeños o sean líquidos, igualmente requieren de la acción directa de nuestro sistema digestivo.


4. No comiste bien antes de empezar a entrenar:
    Los ejercicios de alta intensidad requieren de un buen contenido de agua y nutrientes macro y micro en tu cuerpo para que puedas rendir al máximo.

    Si en tu cuerpo no hay suficiente de esto entonces la acumulación de productos metabólicos de desecho será rápida y en altas cantidades.

    Lo otro es que si una persona No está acostumbrada a entrenar con un déficit calórico por parte de los carbohidratos, entonces su glucemia sanguínea estará descontrolada lo cual le provocará mareos, dolores de cabeza, nauseas y posibles ganas de vomitar durante su sesión de entrenamiento.

    Al no tener un nivel hidro-mineral adecuado antes y durante tu sesión de ejercicios de alta intensidad, el transporte de oxígeno y nutrientes a tus células será deficiente.





5. Tu cuerpo quiere deshacerse de todo lo que pueda requerir un gasto adicional de sangre:
    A veces, aun cuando hayas comido mucho tiempo antes de empezar a entrenar, tu cuerpo querrá que vomites.

    ¿Por qué? Sucede sobre todo cuando la intensidad y duración del entrenamiento es tan alta (y peor cuando se practica bajo el sol) que aun si hay poco alimento en un proceso digestivo, tu cuerpo querrá sacarlo como sea.

    Y eso sucede porque necesita toda la sangre disponible para intentar que tus músculos rindan al máximo y para mantener el equilibrio homeostático, mismo que se desequilibró por causa de una sesión de entrenamiento intensa, extenuante y bajo el sol.



6. Tomas mucha agua durante tu sesión de entrenamiento:
    El agua en exceso es mala para tu Salud.

    Cuando tomas altas cantidades de agua, aun cuando sea durante una sesión de ejercicios de alta intensidad, ocurre un desequilibrio en el medio extracelular sanguíneo y entonces tus glóbulos rojos comienzan a hincharse por sobrehidratación para intentar contrarrestar este desequilibrio de electrolitos.

    Esto ocasiona que tus glóbulos rojos estallen (en algunos casos puede provocar muerte súbita), proceso que se conoce como Hemólisis.

    Si muchos glóbulos rojos estallan simplemente el transporte de oxígeno será ineficiente lo cual genera dolores de cabeza, mareos, ganas de vomitar y en casos extremos pérdida de conocimiento y posiblemente una muerte súbita.




¿Qué hacer para evitar sentir ganas de vomitar durante el ejercicio




  • Evita comer de gula: es mejor comer y recuperarte de forma nutricional después de terminar tu sesión de entrenamiento.

    Antes de entrenar come porciones de alimentos acordes a tu requerimiento nutricional.

    Evita quedar muy pesado o pesada luego de ingerir tu comida pre entrenamiento. Come solo hasta quedar satisfecho(a)


  • Toma sorbos de una bebida hipotónica: a veces es mejor optar por una bebida que además de agua aporte minerales electrolitos, sobre todo cuando la intensidad de la sesión de ejercicios es alta y de larga duración.

    De esta forma te aseguras de que el equilibrio hidro-mineral se mantenga y al mismo tiempo evitas o al menos reduces el riesgo de que suceda la ya mencionada Hemólisis.


  • Entrena según tus objetivos: si tu objetivo es meramente estético en cuanto por ejemplo a aumentar tu masa muscular, no es necesario que te sometas a un entrenamiento Espartano guiado principalmente para mejorar tu resistencia aeróbica y anaeróbica.

    Este tipo de entrenamiento por su alta intensidad y por durar tanto suelen ser los que más provocan que sientas ganas de vomitar, sobre todo si no estabas acostumbrado(a).

    Aunque luego de un tiempo probablemente este tipo de entrenamiento no te hagan sufrir. Ya está en ti si decides pasar por esta etapa de adaptación fisiológica.


  • Evita comer snacks o tomar bebidas durante tu entrenamiento: a menos que puedas parar y descansar.

    Porque si decides seguir luego de comer o tomar algo nutritivo, seguramente ocurrirá el problema de que tu cuerpo quiera que vomites aquello que requiere de mucha sangre para su digestión.




¿Qué hacer si quieres que las ganas de vomitar cesen durante tu sesión de entrenamiento


Me ha pasado sobre todo cuando entreno duro en el día de pierna.

Si quieres evitar vomitar durante tu entrenamiento, debes acostarte y luego subir las piernas colocándolas sobre una pared o un banco.

Respira profundo en cada oportunidad por un tiempo de 10 a 15 minutos o hasta que te sientas mejor.

Luego puedes comer un trozo de alguna fruta rica en agua como una piña, papaya o sandía.

Permanece sentado(a) hasta que las ganas de vomitar cesen.

Y ya, no sigas. Tu sesión de entrenamiento ya debes terminarla por ese día.

¿Es necesario entrenar hasta el punto de sentir ganas de vomitar?


Muchas personas piensan que si no sienten ganas de vomitar durante su sesión de entrenamiento entonces no fue una buena sesión.

Antes se pensaba que había sí o sí que llevar al cuerpo a tal extremo para decir que un entrenamiento fue efectivo y que con ello se logran las mejoras adaptaciones fisiológicas a nivel de fuerza y resistencia muscular y cardiorrespiratoria, principalmente.

Pero esto está lejos de la realidad.

No existe algún estudio que indique que las personas que vomitan durante una sesión de entrenamiento obtienen mejores resultados a nivel estético y de rendimiento, comparado con aquellas que también entrenan duro pero que no llevan a tal extremo a sus organismos.